jueves, 16 de abril de 2009


El Cangrejo del Rio autóctono español tambien llamado (Austropotamobius pallipes) . Que se encuentra en un periodo de recesión como consecuencia de la introdución de nuevas especies alóctonas de cangrejos en los rios de la Peninsula Iberica.


Hoy en día se ha convertido en una especie rara en Europa. Alcanza los 22 cm. de longitud. Vive en los llanos y prefiere aguas corrientes y límpias, aunque también aparece en lagos y lagunas. Caza insectos, caracoles, renacuajos y pececillos. Se alimenta también de animales muertos y, ocasionalmente, de vegetales. Desde octubre hasta diciembre la hembra pone huevos que se adhieren a las patas de su abdomen. Cada hembra pone entre 60 y 150 huevos. Eclosionan de mayo a julio y las crías se parecen a los animales adultos. Sin embargo, se mantienen aún unos 14 días adheridos al cuerpo de la hembra.
El cangrejo de río se caracteriza sobre todo por su apéndice o punta cefálica triangular, cuya forma y dimensiones varían del resto según las especies. El último anillo del tórax es móvil; las pinzas del primer par de patas robustas, hinchadas, convexas, y el primer anillo abdominal está provisto de apéndices copuladores en los machos . El telson es mucho más delgado en los machos que en las hembras. los cangrejos de río viven en los riachuelos, sobre todo en las regiones calcáreas; sus costumbres son crepusculares y nocturnas; durante el día permaneces escondidos en los hoyos o bajo las piedras. Andan lentamente sobre el fondo o bien, nadan hacia atrás a sacudidas y rápidamente. En invierno se retiran a las grutas o a los nidos que ellos mismos escaban. Suelen pescarse por medio de reteles.

Los guiscanos


El guiscano de nombre científico Lactarius deliciosus ex , es una seta comestible muy común en España.
Su pie es ahuecado y corto, de color anaranjado y manchas de la misma tonalidad, pero de mayor intensidad. El sombrero suele oscilar entre los 4 y 16 cm. de diámetro y su color anaranjado se ve modificado por círculos concéntricos de tonos rojizos. En su juventud el sombrero se encuentra enrollado por sus bordes y conforme envejece se aplana para evolucionar a forma embudada. Láminas del mismo color, apretadas, finas y recurrentes.
Su carne es densa y compacta con olor suave y dulzón. Al corte desprende un latex de color naranja. Se oxida rápidamente, adquiriendo un color verdoso cardenillo cuando envejece o al pasar algunas horas de su recolección.
Seta comestible de buena calidad. Catalogada como excelente al horno, a la brasa o a la parrilla. Suele guisarse con aceite de oliva, cebolla, ajo, perejil, vino blanco, harina y/o sal. Magnífico complemento de los guisos de carne. Excelente en guisos de caza (perdiz, conejo o liebre). Muy bueno en guiso con patatas y chorizo.

Esparragos de tamarilla


Los espárragos de tamarilla crecen con el sol de finales de invierno y poseen una textura firme pero tierna y jugosa.

Son de bajo valor calórico, ya que su principal constituyente es el agua. Además, son ricos en sales minerales (potasio, fósforo, magnesio...), vitaminas (C, beta-caroteno y ácido fólico) y contienen una sustancia denominada ácido aspargínico que estimula la diuresis, es decir, que aumenta la producción de orina, lo que los hace recomendables para quienes tienden a retener líquidos pero no para quienes padecen trastornos renales o de vejiga.

Debido a su elevado contenido en celulosa (fibra insoluble), el espárrago actúa estimulando las funciones intestinales, lo que resulta beneficioso para quienes padecen de estreñimiento. Sin embargo, su consumo frecuente no se aconseja en caso de niveles de ácido úrico elevados en sangre o gota, debido a su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.